¡Hola a todos! ¿Qué tal va vuestra semana? Yo sigo de vacaciones y eso es maravilloso, porque por fin tengo algo de tiempo para leer. Hoy os traigo la reseña del último libro que he terminado, Mi único plan de Andrea Smith, la segunda parte de Mi plan D.
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Kenzie sigue siendo un desastre. Ha terminado la carrera y tenía una relación más o menos estable, pero todo se ha ido al garete. Su novio la ha dejado para irse a otro país, vive en casa de su mejor amiga y el único trabajo que ha conseguido, es gracias a esta, trabajando como secretaria para… o ¡horror! Su exnovio. Todo es un desastre, pero a pesar de ello, parece ser que la vuelta de James en su vida, le está dando algo que le faltaba. Chispa.
Título: Mi único plan Saga:Mi plan D #2 Autor: Andrea Smith Editorial: Plataforma Neo Año: 2018 Páginas: 396 |
La reseña NO contiene spoilers de Mi plan D
Si hay algo que desespera a Kenzie Sullivan es no saber qué le deparará el futuro. Ha terminado los estudios y no sabe cómo encauzar su vida. Justo cuando cree que ya no puede sentirse más perdida, recibe una llamada de su amiga Mel que le dará un poco de esperanza. Un trabajo en Nueva York, un nuevo comienzo. ¿O quizá no? Si meter la pata el primer día no era suficiente, cuando su nuevo jefe la convoca a su despacho para hablar con ella, descubre que este no es otro que James Smith, su exnovio del instituto. La situación no podría empeorar. ¿O sí? ¿Y si descubre que sigue enamorada de él? Tras cuatro años separados, Kenzie y James se reencuentran e intentan retomar su amistad y, quién sabe, quizá también algo más.
La vida de Kenzie es un desastre, su novio acaba de dejarla, no tiene trabajo y está viviendo en casa de su mejor amiga. Esta le ofrece un puesto de trabajo en la empresa de su novio, que no es otro que el hermano de James Smith, el amor de juventud de Kenzie. Lo que esta no espera, es que, al incorporarse al trabajo, será el mismísimo James, para quién va a trabajar.
Al principio la relación entre James y Kenzie es extraña, quieren aparentar ser adultos, no dejar que su pasada relación les afecte en el presente y comenzar de nuevo a ser amigos. Pero poco a poco esa extrañeza inicial pasa a ser algo más, la complicidad está ahí, ambos se conocen demasiado bien, y poco a poco a poco es inevitable, que alguno de los sentimientos del pasado, vuelvan a resurgir, pero ¿Si antes no funcionó, por qué iba a hacerlo ahora?
Los personajes están llenos de frescura, son divertidos, y eso me encanta, porque te facilita muchísimo empatizar con ellos.
Kenzie sigue siendo un desastre. Ha terminado la carrera y tenía una relación más o menos estable, pero todo se ha ido al garete. Su novio la ha dejado para irse a otro país, vive en casa de su mejor amiga y el único trabajo que ha conseguido, es gracias a esta, trabajando como secretaria para… o ¡horror! Su exnovio. Todo es un desastre, pero a pesar de ello, parece ser que la vuelta de James en su vida, le está dando algo que le faltaba. Chispa.James es el mismo chico alegre, bromista, pero ahora más adulto y con más responsabilidades. Está centrado en la empresa y no se lo puede creer cuando descubre que Kenzie trabaja ahora para él. La ruptura no fue algo planeado, algo que quisieran, pero ocurrió y ahora tiene que encontrársela de nuevo cada día. James va a luchar por recuperar al menos parte de lo que tenían. ¿Serán capaces de recuperar la camaradería de entonces?
Los personajes secundarios me encantan, sobre todo Mel, la amiga de Kenzie que es la que la mete en todo el lio, y Mara y Seo, que van a ser un auténtico descubrimiento.
La historia es divertida, fresca y se lee en un suspiro. No ha podido gustarme más, fue empezar a leer y no poder dejarla. Me ha encantado reencontrarme con los protagonistas de Mi plan D. después de algunos años. Tanto Kenzie como James han cambiado, son más maduros, pero en el fondo, su esencia no ha cambiado ye so va a hacer que vuelvas a encariñarte con ellos como el primer día. Además, todas sus locuras, la torpeza de Kenzie y todas las situaciones disparatadas de la novela, hacen que las risas estén aseguradas.
El ritmo es muy ágil, es de esas novelas que se leen solas y es que fue comenzar el libro y poder dejarlo hasta ponerle fin. Andrea Smith tiene esa habilidad para empatizar con el lector y sumergirlo en la historia desde el principio. En esta ocasión, el libro está narrado desde el punto de vista de Kenzie, aunque hay un par de capítulos en los que James es el narrador y eso nos permite ver también lo que él piensa.
Por último, una mención especial para la preciosa edición de este libro, tiene unas ilustraciones preciosas en su interior de los personajes que me tienen enamorada.
En resumen, Mi único plan es una historia divertida, fresca y adictiva, dónde descubriremos que ha sido de James y Kenzie varios años después, mientras disfrutamos de las risas y las mil escenas disparatadas, que estos dos protagonistas nos van a regalar.